viernes, febrero 13, 2009

Dejarse llevar

Yo tengo un problema muy grande, para quien no lo sepa. Y me la suda el hecho de que haya decidido no poner cosas demasiado personales en el blog. Da igual, yo quiero saber la opinión de algún perdido que haya acabado por aquí. Y no solo hoy, en cualquier otro momento, me da igual.

Toda mi vida ha sido marcada por unas reglas, las cuales, unas más que otras, he ido rompiendo poco a poco. No porque fueran reglas, hay reglas que considero vitales, sino porque me debo de haber educado en una especie de mundo en el que quien sigue las reglas no sólo puede tener más éxito en sus objetivos que quien no lo hace, si no que también parece hacerle vivir en un sitio mucho más Yupi.

Y ya estoy cansado. Qué quereis que os diga. Estoy cansado del atributo responsable. Qué poco se me conoce, a veces. Qué misterioso, dicen otros. Yo creo que me expreso lo suficiente, pero hay quien todavía piensa que no pienso. O que pienso demasiado. Según por donde me conozcan.

¡Y ambas posiciones tienen razón! Si, yo creo que el mundo es una enorme escala de grises. Pero yo no soy gris, señores. No me identifico con ningún color en especial, soy acolorado, aunque esa palabra no exista. Me parezco más a unos colores que a otros, eso si. Así que se acabó. Este es mi blog. Y seré todo lo crítico, enfadado, cabreado, políticamente incorrecto y grosero que quiera. Quien quiera ver versiones oficiales de las cosas, que se vaya aquí, aquí o aquí. Como mejor le venga. Pero como digo, son versiones, que nadie cuenta la verdad. Ni yo lo hago siempre.

Y es que siempre me he metido en la cabeza que me tenía que regir por determinados principios, inamovibles. Y estoy viendo que no. Ya veía venir esto, pero no le prestaba atención. Algo no funcionaba bien, y acabo de entender (que no encontrar) el porqué. No me dejo llevar. No discuto plenamente determinadas cosas porque siempre tengo que ser políticamente correcto.

Pero no. No siempre. No aquí, no ahora. A partir de ahora haré un esfuerzo más grande por criticar la realidad. No criticar por criticar. Pero como una profesora mía decía, lo suficiente para que non che tomen o pelo.

Si algún día tengo la suerte o la desgracia de ejercer el periodismo, créanme, seré objetivo. Ya he cogido el hábito. Y no, el hábito no hace al monje. Pero creo que sabré conjugar lo que tengo que conjugar. He visto a gente que lo hace, y he visto que se puede. A mi me parecía imposible. Pero resulta que se puede ser una cosa y aparentar otra. Y al final te lías. Ya no sabes ni lo que eres ni lo que aparentas. Total, solo sirve lo que percibes.

Gracias a dios que existe internet. Y que existe todavía gente dispuesta a escuchar más puntos de vista que el suyo. También en la realidad, por supuesto. Pero yo quiero imputs, y este es un buen medio para conseguirlos. A cambio, os daré mi output. O más bien al revés.

Pero señores, esto sirve para comunicar. Lo que quieras. Si estás totalmente en contra de lo que pienso, dímelo. No me faltes al respeto, eso si. Que mi privacidad es la que es. Pero dímelo. Yo quiero saber lo que piensas. Porque quien sabe, quizá me equivoque y todavía no lo haya descubierto.

O quizá no.

El que no ha viajado, no ha visto más que una página del libro que es la vida, dicen. Ahora, internet es, a su modo, un viaje.

Tomémoslo en serio.
No es una broma.

2 comentarios:

Laura dijo...

¡Hola Rubén! Bueno pues yo soy una de esas perdidas que ha acabado leyendo tu blog. Es una entrada con mucho significado para ti, y en mi opinión, tú serás el que finalmente encuentre la respuesta, aún así te dejo mi opinión. Las reglas a veces hay que cumplirlas y a veces no. Así lo veo yo. Esta claro que la mayoría están pensadas para la mejoría de la sociedad, pero, ¿quién es capaz de decirnos lo que es correcto o lo que no en determinadas situaciones? Es nuestra vida. Esta claro que hay que ser consecuente con las normas que se cumplen y con las que se inflingen ya que las dos cosas pueden afectar a terceros. Sin embargo, tienes que sentirte a gusto contigo mismo. A partir de tus valores cumplir lo que veas que está bien o lo que esta mal. Responsable, sí, pero con tus actos. Lo que elijas determinará lo que eres. Los principios de una persona, creo que pueden cambiar con los años, otra cosa es que decidas o no cambiarlos. Simplemente hay que intentar encontrar un buen hilo conductor de la vida y lo que piensas conseguir y aportar al resto del mundo.

¡Un saludo! Te seguiré leyendo ;)

Rubén Mato dijo...

Es bueno saber que alguien me lee por ahí. Muchas gracias por tu consejo, Laura. Me ha servido para reflexionar. Espero que te guste lo que leas aquí. Un saludo. :)