
...Sus ojos, cansados y sabios como el diablo eran la puerta de entrada a un mundo que no conocía. A experiencias que susurraban versos melancólicos, a negativos que delataban momentos felices. A instantáneas fugaces, a sueños imposibles...,
...a promesas maleducadas,
a viajes hechos, a viajes "haciendo" y a viajes por hacer.
Todo aquello y mucho más se encontraba allí. Detrás de esa mirada que se metía dentro de sus pensamientos y le desarmaba, le descubría, le delataba, le advertía que no estaba solo y, por suerte o por desgracia, también le amaba.
[Escrito en una noche de estrellas inciertas e inmesurables que reflejan un futuro lleno de borrosas miradas y nuevos ojos por descubrir.]
3 comentarios:
A partir de ahora te llamaré Rubén Darío.
:)
Uhm... ~_~
En ese caso; querido amigo, no me dejas otra opción que hacer lo propio contigo y decirte 'Victor Hugo'.
;)
Muy bonito.
La primera frase de todas me encanta, Ru ^^
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